Tal y como nos cuentan Jean Baudrillard y Anthony Giddens, la oligarquía política y económica acciona el simulacro cultural y la proliferación de imágenes para constituir una realidad simulada, impuesta al ciudadano constituido en HOMO VIDENS, en mero espectador de una narración ficticia pero monopolítica. Esta nueva caverna, que se sustenta curiosamente en que sólo se cree lo que se ve –y por ello mismo se fabrican las imágenes que han de verse–- cifra su éxito en la posibilidad de construcción de lo real y su proliferación al infinito y, por ende, en la invisibilidad de aquello que no debe circular. La censura toma cuerpo en la invisibilidad. Aparentemente todo esta permitido, pero no todo puede verse. En este sentido, urge la necesidad de hacer visible la República Constitucional en los centros neurálgicos por donde respira el cuerpo social, de que emerja la sociedad civil y la libertad política constituyente, a través de la visibilidad proyectada desde múltiples centros. En este sentido, don Antonio García Trevijano es, de nuevo, un ejemplo de visibilidad, ofrecida en heroicas acometidas, para romper el discurso del homo videns en sus apariciones públicas; es la figura fundante que mitifica la irrupción de un nuevo discurso encarnado en su vida y obra. La indignación ha hecho explotar a una parte de la ciudadanía que, sin embargo NO VE una salida distinta más que la de acudir, de nuevo, a la trampa sufragista de la oligarquía. Están en la caverna. El MCRC necesita multiplicar su visibilidad, ya que la Sociedad Civil se constituye haciéndose visible. Si los docentes que militamos en el MCRC buscamos la manera de hacer visible la República Constitucional en la Universidad, los abogados lo hacen en las instituciones judiciales, los obreros en los centros de trabajo; iremos tejiendo una red capilar que rodee a las instituciones oligárquicas en cada uno de esos centros, y aceleraremos, así, la llegada de la República Constitucional. No hablo de dividir fuerzas, sino de visibilizar las que ya están presentes, haciendo salir a la luz, al tiempo, la figura de la República Constitucional, su discurso y sus materiales, irradiando desde todos los lugares donde los repúblicos ejercen sus funciones civiles. Eso multiplicará nuestra visibilidad y generando en las mónadas sociales la impresión de que hay un lugar donde acudir: la Republica Constitucional. Esta visibilidad debe no ser excepcional, sino cotidiana, ha de moverse en los ritmos naturales que tanto gusta mencionar a D. Antonio: lo vecinal, lo familiar, lo social. El MCRC puede y debe hacerse visible en todos los sectores, no multiplicando los discursos, sino multiplicando el discurso que ya tiene: en la Universidad se estudia la Teoría Pura, como en los centros de trabajo, también en los colegios de abogados…leer colectivamente es una forma de hacerse visible. Se aceptan más ideas, multipliquemos las imágenes de la RC…