Los visados de obra nueva de forma sorprendente volvieron a caer en mayo hasta las 6.516 unidades (-22.6% respecto al pasado año), lo que supone un increíble descenso del 91.4% desde los máximos de mayo de 2006. Las obras terminadas continúan también su línea descendente y, aunque todavía muy por encima de los visados, caen hasta las 15.370 viviendas (-37.8% respecto a mayo del pasado año y -74.8% respecto a máximos de 2007). El valor de las obras terminadas cae también con fuerza, concretamente un 22.7% respecto a mayo del pasado año y un 57.3% respecto a los máximos de 2007. Sorprende, y mucho, la gran diferencia entre el descenso en el número de viviendas terminadas y el valor de liquidación. Todavía más incomprensible si se tiene en cuenta que los precios nominales de la vivienda libre han caído un 12.7% desde entonces. El valor que podríamos esperar en función de esto sería aproximadamente la mitad del que están informando los colegios de arquitectos técnicos. Las razones para esta discrepancia se pueden explicar parcialmente debido a que el valor de liquidación incluye también los edificios no residenciales. Como éstos han aumentado su proporción entre 2005 y 2009 desde el 13% hasta el 24%, esto podría explicar aproximadamente el 25% de la discrepancia, pero aun así el otro 75% quedaría sin explicar. Lo más probable es que tenga que ver con las dificultades de las promotoras para realizar las ventas y la necesidad de reforzar sus balances, aunque esta hipótesis necesitaría una confirmación. Adicionalmente este artefacto contable tendría un efecto benéfico sobre el PIB, que actualmente podríamos estimar en 6 ó 7 décimas (unos 7.000 millones de euros para 2011, de seguir la tendencia).