Aprobación de los presupuestos (foto: Partido Socialista) PGE-2011: Sociedad ausente ¿Es la ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio la principal norma del año? ¡Qué importa esa costumbre política! En el tiempo que lleva de trámite no se ha oído hablar más de ella. Como en la noche de Halloween, se consiguió el “trick or treat” (truco o trato) con el Partido Nacionalista Vasco y con la Coalición Canaria para su aprobación. ¿Y cuanto ha costado ese truco/trato? ¡Qué importa el puñado de golosinas (concesiones) si el grupo dominante de “la casta política” consigue alejar los malos espíritus que cercan sus poltronas! Los que han aprobado ese atropello solamente serán responsables “ante Dios y ante la Historia”, como el viejo Dictador, no ante los ciudadanos. Aquéllos saben que éstos no secundarán ningún motín del té (“Boston Tea Party”) para protestar por la aprobación de impuestos sin tener representación en el Parlamento. ¡Qué importa nuestra decadencia económica, la imposible viabilidad del Estado de bienestar, la frágil financiación de nuestra sanidad o la falta de espíritu emprendedor (Jordi Sevilla)! ¡Qué importa la desmesurada descentralización, el fraccionamiento del mercado nacional, el achicamiento del Estado, la politización de la Administración Pública, el cruel reparto de competencias, en definitiva, el desmoronamiento de España (Alberto Recarte)! ¡Qué importa que en este país reine el “imperio de la mentira” a través del que nuestros gobernantes nos ocultan la quiebra de España: el paro real es muchísimo mayor de lo que nos muestran, la caída del PIB es mucho más brutal que la que nos pintan, el endeudamiento real ni se conoce (Roberto Centeno)! Si nuestros gobernantes se extralimitan en sus pretensiones nadie les corregirá ni les hará cambiar de rumbo, como ha ocurrido en las elecciones legislativas (de representantes y de algunos senadores), de algunos Gobernadores estatales y otros cargos en Estados Unidos de América. Allí se ha valorado el inmenso caudal de recursos públicos dedicado a reflotar el sistema financiero sin conseguir parar el desempleo cercano al 10% (¡Para nosotros quisiéramos ese porcentaje!), el gran intervencionismo federal en la regulación de la sanidad y su inmenso coste, la nefasta gestión de una Administración concreta (California), la oscura política de inmigración (Nuevo México) por poner algunos ejemplos…. Pero aquí no pasa nada. La sociedad está anestesiada y desinformada y la mayoría de los intelectuales, cuya función es la vigilancia y la crítica del poder establecido, salvo honrosas excepciones, están “missing” (en paradero desconocido). Han proliferado las tertulias, pero, salvo honrosas excepciones, nos hablan de lo que sucedió hace 70 años, del olor que tenían las cloacas del Estado hace 30 años, de la fulgurante ascensión política de un siniestro personaje, del orden de los apellidos y del “sexo de los ángeles”.