Humpty Evil Dumpty (foto: kaosmonkey13) Respeto Parece que se acerca la fecha del parto de los montes. El ratón que dará a luz el Tribunal Constitucional pronunciándose sobre el estatuto catalán se adivina de las declaraciones de sus jefes políticos. Incluso en la prensa se adelanta impúdicamente el contenido de la sentencia, con todo lujo de detalles sobre el consenso decisorio de jueces “progres” y “carcas”. El equilibrio de la matemática política parece que comienza a quebrar por desfallecimiento. Ya no importa tanto la victoria del posicionamiento teledirigido, sino no quedar mal con el jefe “salvando los papeles”. La presión para resolver en un sentido u otro hace que quienes tiran de los dos lados de la cuerda estén a punto de caer al suelo agotados. La última la ha protagonizado la Vicepresidente Primero del Gobierno y a la sazón Portavoz, Sra. Fernández de la Vega. Sin recato alguno y preguntada por la posibilidad de que el tira y afloja se alargue hasta las legislativas catalanas, y el efecto en los comicios de la pendencia judicial, desechó tajantemente tal posibilidad asegurando que “los Tribunales han respetado siempre las campañas electorales, siempre lo han hecho, no hay que establecer ni pedir nada, es una costumbre inveterada que siempre se ha respetado”. Da usted en el clavo Dña. María Teresa. El sometimiento de la cúpula judicial a la voluntad política de los partidos no sólo es un uso aceptado, sino ordenado. Que los jueces obedezcan los tiempos marcados desde la política es consustancial a la existencia de este Estado de Poderes Inseparados. Su cinismo reconoce a las claras que el que manda, manda. No hay nada que establecer ni pedir al constitucional, sino ordenar. Y que no se les ocurra hacer lo contrario en un alarde de independencia que para eso les han nombrado ustedes. Tan inveterada es la costumbre como la imposibilidad de los españoles de controlar el poder de sus gobernantes mediante los mecanismos institucionales y judiciales de la Democracia Formal. Tiempo al tiempo. El de la política de partidos y las elecciones irrepresentativas al de la Justicia dependiente. El respeto al Derecho, nulo. Ceniza a las cenizas.