En Irán hay una tajante división entre las ciudades y las zonas rurales, y entre una incipiente clase media y los trabajadores manuales. Y precisamente, de los campesinos y obreros proviene gran parte de los votos cosechados por el cuestionado vencedor de las elecciones iraníes, el cual ha prodigado ayudas entre los más necesitados. La situación económica es calamitosa (en un país que ha contado con fabulosos ingresos gracias a sus recursos energéticos), con una inflación y un paro muy altos. La figura de Musavi surge del propio régimen, siendo bendecida por el Consejo de Guardianes y apadrinada por Rafsanyani. Su reformismo estriba en la defensa de otra política económica, y en el desarrollo del concepto de “democracia islámica”, que llevaría aparejada la extensión de algunas libertades civiles. En sus visitas a otros Estados las furibundas declaraciones de Ahmadineyad no han dejado de causar estupor y preocupación; no obstante, éstas no pasan de la retórica, puesto que no dispone de ningún margen de actuación en la política exterior (ni en la interior) sin el consentimiento del Líder Supremo. En realidad, lo que puede estar dirimiéndose es el control de la República Islámica (un régimen teocrático, o basado en el principio de la máxima jurisprudencia religiosa o guía espiritual) entre los ayatolás Jamenei y Rafsanyani. Mientras se produce el apagón informativo –bloqueo de internet, interrupción de las comunicaciones por móvil, interferencia de la señal de las televisiones por satélite, cancelación de las acreditaciones periodísticas- el Consejo de Guardianes (tutelado por Jamenei) ha rechazado anular las elecciones, aunque conceden la posibilidad de recontar los votos en aquellos lugares donde se hayan presentado denuncias de fraude, lo que ha sido interpretado como una maniobra dilatoria del régimen, a la espera de que las aguas vuelvan a su cauce. En este sentido, el reformista Musavi ha dado muestras de moderación pidiendo a sus seguidores que no vuelvan a manifestarse para evitar nuevos disturbios y más muertes. Algunos analistas españoles han caído en la cuenta de que no es suficiente con votar para tener una democracia; tampoco disponer de libertades civiles la garantiza. hechos significativos Durante buena parte de sus clases, los profesores españoles han de empeñarse en pedir silencio o en no ser interrumpidos por los alumnos. Zapatero promete colmar las necesidades de Cataluña en un plazo corto.