Una vez que ha agotado la clásica rebaja de los tipos de interés, porque éstos rozan el 0%, la Reserva Federal de Estados Unidos ha lanzado una potente expansión monetaria cuantitativa (conocida en los ambientes financieros como EMC o también como quantitative easing) mediante la compra masiva de Deuda Pública a largo plazo, de activos financieros basados en hipotecas de deuda de las empresas nacionalizadas Fannie Mae y Freddie Mac con la finalidad de bajar los intereses del mercado y aumentar la oferta monetaria por estos métodos poco ortodoxos. Por otro lado el Gobierno Federal ha elaborado un presupuesto de gastos altamente expansivo. Con esta potente política mixta pretende animar más la economía.   Al contrario la Unión Europea, en teoría, renuncia a la práctica de estas políticas monetarias expansivas ya que carece de un Tesoro como el norteamericano y ha dejado a los países miembros utilizar parte de ellas (como han sido los rescates de activos tóxicos); emplea una política fiscal débil a través de un presupuesto pequeño en comparación con el que maneja el Gobierno de Estados Unidos y a través de la multitud de presupuestos de los países miembros que tienen libertad para determinar su composición sin más limites que los establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Además su Banco Central se limita fundamentalmente a manejar los tipos de interés y a incentivar los créditos bancarios.   Los actores que van a llevar a cabo esta política son muy diferentes.   Por un lado tenemos el Gobierno de los Estados Unidos con competencias claras y definidas, liderado por una persona audaz, elegida por todos los ciudadanos, en la que han depositado su confianza, volcada en superar la crisis con todos los instrumentos políticos y económicos a su alcance (cuantitativa y cualitativamente impresionantes).   Por el otro lado tenemos un Gobierno de la Unión Europea no elegido directamente por los ciudadanos, muy mediatizado y definido por un conjunto de órganos colegiados. Unas veces está integrado por los Jefes de Estado o de Gobierno y otras por delegados de esos Gobiernos que toman sus decisiones por mayorías cualificadas cuya puesta en práctica es laboriosa y lenta. Tiene monedas distintas (euro, libras y demás monedas de los países no incluidos en la Unión Monetaria), directrices monetarias diferentes (el Reino Unido también está practicando la EMC) y medidas fiscales diseñadas con criterios diversos.   ¿Qué Gobierno será el más adecuado para superar la crisis?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí