Si nos atenemos al discurso de Barack Obama, hoy los ciudadanos de Estados Unidos dirán si ha llegado el momento de “comunicar a los lobbistas que creen que su dinero y su influencia hablan más alto que nuestras voces, que no son los dueños de nuestro gobierno, que somos nosotros; y que estamos aquí para hacernos de nuevo con él” con el mandato de un presidente que “no sólo os diga lo que queréis oír, sino lo que tenéis que saber”. Veremos si es la hora de un presidente que en aras de la economía y la seguridad nacionales y el futuro del planeta, asegura que aprovechará el ingenio de agricultores, científicos y empresarios para liberar a su país de la tiranía del petróleo de una vez por todas y poner fin en diez años a la dependencia del crudo extraído en Oriente Medio. Comprobaremos si hace honor a estas palabras: “seré un presidente que pondrá fin a la guerra de Irak y traerá los soldados a casa; que restaurará nuestra posición moral; que sabrá que el 11-S no es una forma de obtener votos a través del miedo, sino un desafío que debería unir a EEUU y el mundo contra las amenazas comunes del siglo XXI: el terrorismo y las armas nucleares, el cambio climático y la pobreza, el genocidio y la enfermedad”. Obama afirma que siempre han sabido que, sin consistir en un optimismo ciego, la esperanza es el cimiento de su país, “la creencia de que nuestro destino no será escrito para nosotros, sino por nosotros, por todos los hombres y mujeres que no se conforman con el mundo tal como es, sino que tienen el valor de rehacerlo tal como debería ser”. Hoy observaremos si “el cambio que necesitamos no viene de Washington, sino que debe ir a Washington, ya que el cambio se produce porque los ciudadanos lo exigen, porque se levantan e insisten en la necesidad de nuevas ideas y de un nuevo liderazgo, una nueva política para un tiempo nuevo”. El próximo presidente de los Estados Unidos insta a sus compatriotas a elegir la esperanza frente al miedo, a suscribir la promesa del cambio frente al poder del statu quo, a impulsar con su elección la transformación de América y del mundo, y a confirmar que pueden hacerlo. hechos significativos El Gobierno argentino se propone repatriar en 72 horas todos los fondos de pensiones privados colocados en los países vecinos. El primer ministro francés no descarta nacionalizar la banca si ésta incumple el “pacto moral” con los franceses: el de concederles créditos.