Contemplación (foto: Sara Borrell Castillo) Visión de lo elevado Cuando asistía a esas veladas en las que era introducido por su familia, Hans no dejaba de admirar las justificaciones que la inteligencia de los hombres aporta a sus pasiones, en especial las de aquellos que casi siempre hablaban a través de sus máscaras públicas y, que en círculos íntimos, prodigaban una delicadeza que no era más que la falsa conciencia de la posibilidad de unas relaciones desinteresadas. Este joven, más ansioso de ser bueno que de parecerlo, con un deseo insaciable de aprender e incapaz de ofenderse porque le dijesen la verdad, despertaba el apetito corruptor de los que le rodeaban.   Menudeaban las apologías de una sabiduría mundana que indicaba la necesidad de separar y distinguir la propia piel de las camisas que vamos mudando, puesto que el hombre hábil desempeñará bien sus funciones, aunque no dejará de apreciar la estupidez y el vicio que en ellas anidan. Lo esencial consiste en valerse del mundo tal como lo encontramos. Esto socavaba la impresión de Hans sobre las mentiras que en su evidencia daban tanta pena al ser oídas como dichas, quizás porque creía que el que miente se avergüenza de tener que experimentar lo indigno de la organización del mundo.   En esas reuniones descollaba un industrial como Zapparoni, el personaje de la novela de Jünger “Abejas de cristal” que fabricaba universos de ilusión a través de los mass media, y cuyas abejas mecánicas vaciando de néctar y destruyendo las flores, cosechaban más miel en un día que un enjambre durante un año entero. Este magnate todavía se lamentaba de la eficacia de las barricadas contra las fuerzas de caballería, y del triunfo de la revolución rusa que la falta de aviación y tanques del zarismo había propiciado.   Hans abandonó la lujosa sala acariciando el deseo de una conversación con hombres verdaderamente libres que rechazaran la frívola sutilidad de los embaucadores y penetrasen en el fundamento de los fenómenos. Buscaba la alegría común de la libertad y que la más sublime comprensión del mundo no se produjese al lado de un fuego minoritario.

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