” ¿Personas? ¿Números?”, por Littlepixer Recrear una ficción de la realidad sociopolítica no permite esquivar continuamente su contradicción con la verdad. Tampoco la lógica interna de tan atroz mascarada puede eliminar todos los resquicios a la misma realidad. Entre bastidores, la cosa se relaja. Ya no se actúa; y aparecen anécdotas que, detrás de su aparente inocencia, desmontan la enjoyada coreografía. Aunque solo sea por un fugaz momento. En otras ocasiones, la circunstancia combinada con las palabras desvelan la tramoya. Cuando ya nos habíamos recuperado de la inoportuna revelación de la cordial camaradería con confidencia entre Zapatero y Gabilondo, líder de opinión de la cadena de televisión de uno de sus grupos mediáticos, que acababa de entrevistarle (algo, en todo caso, más sorprendente por el torpe desliz de su exhibición que porque no se imaginara); no podíamos prever que los postres de otra de las audiencias de ZP terminaran por brindarnos una nueva muestra, aunque ésta tanto más categórica cuanto sibilina.     Después de interrogarle como candidato a presidente del Gobierno en las próximas elecciones legislativas (las pasadas del 9-M), uno de los hombres más influyentes de España, el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, retó a ZP a que pronosticara (sic) “cuántos escaños obtendrá” —dando por sentado que los escaños serán suyos—. El entonces expresidente se niega a decir un número, sólo pide ampliar la actual mayoría [de escaños] (sic) “para poder gobernar con autonomía” —reconociendo que antes no lo ha hecho—; pero no tiene inconveniente en hacer un pronóstico por escrito, en un sobre cerrado, para abrirlo luego de las votaciones. Pedro J. se adorna, como si los cuchillos de oro y joyas no dieran puñaladas, y recuerda la similar anécdota de Lincoln, que, aunque terminó venciendo en las presidenciales de 1864, había vaticinado que iba a sufrir una dura derrota.   Se ha abierto el sobre. Y ZP había escrito… ¡un número!  No se trataba de ganar o perder, sino de adjudicarse un número. “PSOE 172”, los votos de los españoles ni eligen a nadie ni deciden nada, sencillamente, otorgan… ¡un número a un partido!  ¿Podría Lincoln haber escrito algo así?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí