HELIODORO RODRÍGUEZ MEDINA
Todos los que hablan en el programa de Ana Pastor en <<El Objetivo>> no tienen ni la más remota idea de cultura política.
Los partidos, señores, señora presentadora, no tienen <<Democracia interna>> ni poca Democracia, ni mucha, ni unos más y otros menos, simplemente no la tienen ni dentro de los partidos ni en España.
Cuando ustedes hablan de la Disciplina de Partido hacen puro eufemia, no existe tan sólo esa disciplina, no, lo que existe es Mandato Imperativo y este, obedeciendo a la Ley de Hierro de Las Oligarquías de Robert Mitchels lo ejecuta su oligarquía interna.
Los partidos se burocratizan por una cuestión de lógica práctica, se delegan responsabilidades a favor del jefe de Partido, tienen que tomar decisiones de forma rápida y además, se persigue al disidente o al que piense lo contrario.
El jefe de partido, necesariamente, necesita y precisa más poder para ser más efectivo.
Así se organiza un partido, señores de <<El Objetivo>>, todos funcionan así y así se conforman. La Democracia es un sistema de poder, no tiene que confundirse con el reglamento interno de cada uno de ellos, que es asumido por cada afiliado o simpatizante dotándole de legalidad.
Desde esta perspectiva y como los Partidos Políticos son el resultado natural de la Libre Asociación nos importa muy poco cuáles sean sus funcionamientos <<democráticos>> en su régimen interno, lo que nos interesa es que lo sean en su vida pública. Allá ellos las normas que se den.
El Mandato Imperativo se produce desde la jerarquía de los partidos, a pesar de estar prohibido en la Constitución Española en su Art. 67.2. Por eso, Antonio García-Trevijano Forte dice claramente que todas las leyes desde la Constitución de 1978 son nulas de pleno Derecho.
Franco prohibió, también, el Mandato Imperativo. Ahora como antes es legalmente imposible que un diputado sea expulsado de su cargo por parte de unos electores inexistentes más allá de meros votantes.
Franco sancionó las Leyes Fundamentales del Reino, en 1947 que se aprobaron por votaciones con un resultado cercano al 90% de participación y la Ley de Sucesión a título de Rey o Regente, el sucesor de la Jefatura de Estado. Esa Ley sigue vigente hoy día, Franco puso al Rey, no el otro día, no, sino años después de terminada la Guerra Civil.
En la propaganda estatal de esas votaciones se hablaba de la abstención como un crimen moral, pero no tan sólo desde aquellos que querían votar el <<Sí>> sino desde aquellos que querían que se votase <<No>>.
Es imposible que los partidos políticos sean democráticos a nivel interno, no lo son tampoco externamente, porque en España no hay Democracia en tanto no existe Constitución, es decir, Separación de Poderes de Origen y Representación, lo que conlleva votar y elegir a una persona y Mandato Imperativo Revocable sin que los partidos estén financiados por el Estado.
Señores de <<El Objetivo>> si ustedes no tienen estas nociones básicas, lo que dicen no serán más que incorrecciones y falsedades.