PACO BONO SANZ ¿De qué hablan los falsos ideólogos populistas? ¿Por qué escucháis a los traidores? ¿Dónde está la libertad? Sólo con nuestra abstención de voto podemos deslegitimar al régimen. El revolucionario político (que no social) debe plantear la batalla de forma realista. No somos, como “podemos”, soñadores infantiles; tampoco una “vox” falsa para los frustrados; menos aún una “red” para el cortocircuito imposible. Todo aquél que pide el voto para cambiar el régimen desde dentro es un farsante, pues una vez dentro, el régimen corruptor, corrompe. ¿Puede la abstención acabar con el régimen de partidos? ¿Puede la abstención derrotar a la oligarquía política y a su poder descontrolado? No somos ingenuos. Sabemos que la abstención por sí sola no es suficiente, que los cínicos seguirían gobernando hasta con un 10% de los votos. Sin embargo, sí tenemos claro que una elevada abstención dejaría desnudos e indefensos a los oligarcas. Justo entonces llegaría el momento de la movilización ciudadana pacífica, que legitimada por la abstención, sería capaz de derrocar a todo un gobierno. La fuerza de los oligarcas radica del engaño masivo. Muchos ingenuos piensan que España goza de un régimen democrático. Siquiera saben que un régimen nunca puede ser democrático, pues la democracia sólo se puede establecer como forma de gobierno de un sistema de poder. El sistema se articula de abajo a arriba, es la sociedad civil la que controla y limita el poder del Estado mediante la separación de poderes y la independencia judicial. ¿Qué puede hacer en este régimen la sociedad civil para detener el poder de las élites del Estado? Nada. Porque en España no hay constitución, porque la constitución no garantiza nada más que la legalización de la corrupción política, moral y económica del Estado. Hay que acabar con esta mentira. No se trata de una batalla de hoy, sino de la mayor guerra que ha librado la humanidad. ¿Hemos de aceptar pulpo como animal de compañía? ¿Por qué os entregáis como siervos a esos malos amos del Estado? Sí, la abstención es la opción de todo revolucionario político de la libertad. La abstención demuestra limpieza y compromiso, la abstención conlleva valor, acción contra la reacción y el conservadurismo trasnochado, inteligencia, pero sobre todo esperanza. Quien da lo que puede, quien sirve a tan magnífica idea real como es la de la libertad colectiva, sirve al progreso de la humanidad, al hombre como un todo. Todo aquél que aspire a cambiar el régimen desde dentro, es un fraude. Sólo la sociedad civil puede poner en jaque al Estado si lo hace desde la propia sociedad civil. Quien entra en el Estado de partidos subvencionados deja de formar parte de la sociedad civil y se convierte en su enemigo. ¿Queremos libertad y democracia? Pues para ello debemos dejar de ser esclavos voluntarios de la mentira. La abstención por si sola no romperá nuestras cadenas, pero sin abstención nunca habrá revolución de la libertad. ¿25 de mayo? Un gran domingo para disfrutar de la familia y de los amigos, para dar la espalda al régimen, para despreciarlo, para reivindicar esa ciudadanía que nos negaron hace más de 30 años. No votes hoy para elegir mañana.