Robert von Mohl especificó como Estado de Derecho lo que no es un Estado policía, sino sometido a las leyes [1]. Por su parte, Antonio García-Trevijano da a conocer, intentando poner en práctica, la democracia formal y la libertad colectiva del pueblo para así elevar su dignidad como ser consciente y racional. ¿Puede, acaso, igualarse quien entiende este concepto con quien está ciego?
El poder define los valores sociales, los pueblos tienen la religión de sus reyes y, según su dominio y autoridad, será la estimación por parte de aquellos hacia ellos. ¿Hasta cuándo este respeto? En España hay un poder falso y es natural que todos los valores sean falsos. La belleza, la elegancia, la maldad, la bondad, todos los valores están deformados en una sociedad que Vaihinger en el año 1911 definió con una filosofía que se llama del «como si» [2]. España es como si hubiera una democracia, pero aunque no digan si hubiera, es una ficción tan profunda y tan lejana que la gente se lo llega a creer; incluso gente inteligente pero sin sinceridad mental.
Una ideología tiene que definirse en tanto idea a la que se le aplica el logos y la razón para definir la amplitud de esa idea puede ser universal, regional o local. Esa es la ideología, lo que Guillermo Dilthey, el filósofo de finales del siglo XIX, expresó con la idea de concepción del mundo. Las ideologías modernas son concepciones del mundo. Y ¿cuál es tragedia del mundo y, especialmente, de Europa?. Que ya no hay dos o tres concepciones del mundo como pasó en el siglo XIX, hoy la concepción del mundo es toda la misma y se llama socialdemocracia. ¿Quiénes son los socialdemócratas? Todos, la izquierda, la derecha, los comunistas, los liberales -excepto la Escuela Austríaca-, los demócratas cristianos y, por supuesto, los socialistas. Rajoy y Sánchez, Rivera e Iglesias, todos son socialdemócratas. ¿Qué quiere decir socialdemócratas? Que ya no aceptan el orden de prioridades de la socialdemocracia europea en Alemania y que los valores morales, políticos, culturales, éticos, estéticos y científicos -esos que ocupan la escala de valores del filósofo alemán Max Scheler- han desaparecido por un sólo valor que se llama socialdemocracia cuya principal manifestación es que el mundo se explica como si fuera verdad, como si fuera libertad, como si fuera justicia, como si fuera legalidad, como si fuera justo: el mundo es el como si. Osea, se sabe que todo es mentira pero se finge que se cree en ello y por eso el mundo es como si todo fuera correcto, construcción que hiciera Hans Vaihinger en 1911.
Pues bien, esa concepción del mundo es la actual ideología, y ese como sí se llama socialdemocracia. Y ¿qué es la socialdemocracia?. Como si las políticas fueran sociales o socialistas, como si el valor de la izquierda tradicional de las clases obreras y proletarias estuviera en vigor, como si hubiera proletarios, como si fuera la antigua clase obrera, como si los sindicatos fueran de clase, como si fueran verdaderos, como si los partidos no fueran estatales, como si España y Europa fuera una democracia, como si los jueces fueran independientes, como si los periódicos dijeran la verdad y no la postura ideológica de los dueños de cada periódico. Ese como si y esos valores falsos y ficticios que no se atreven a decir al hombre hombre, y a la mujer mujer, porque ambos son la misma cosa: ciudadanos y ciudadanas, miembros y miembras; esa locura de ni siquiera reconocer las identidades sexuales porque hay que decir siempre, al lado del o, el a, esa es la socialdemocracia, esa es la falsa igualdad. Que como no hay igualdad entre el hombre y la mujer todos tienen que decir cuando hablan de los géneros, el uno y el otro, masculino y femenino, gobernantes y gobernantas. ¿Cómo dicen, gobernados y gobernadas, y por qué no dicen gobernantes y gobernadoras o gobernantas? Es que todo es falso, empezando por el vocabulario.
¿Hasta cuándo? Mientras no se entienda el concepto de la socialdemocracia.
Referencias:
[1] A. García-Trevijano, Teoría Pura de la República [versión digital], El buey mudo (2010), p. 496-7 y 508.
[2] A. García-Trevijano, La hegemonía cultural-la filosofía del como si de Hans Vaihinger, Radio LC, passim, y sobre la deslegitimación del poder a través de la abstención electoral en https://www.youtube.com/watch?v=r1MnXMc3mYo