PACO CORRALIZA.
Jamás, en la Historia de Europa, ha imperado un régimen de Poder tan sutil y deliberadamente auto-perfeccionado para alcanzar, sonriendo sin inmutarse, el grado de manipulación, sometimiento y consentida dominación conseguidos por el monstruoso déspota «Estado-Dinero social-€-burocrático de Partidos y narcótico Bienestar». Al sonreír ensimismado, muestra su liberticida dentadura de brillante metal dorado, especializada en abrir heridas para succionar la mejor sangre «psico-espiritual» de sus postrados e imprudentes súbditos supervivientes (complacidos supérstites de sus dinerarios, seductores y recurrentes halagos auto-complacientes).
Sonrientes actos de siniestra propaganda y dislocada actualidad (portada diario ABC 29/Mayo/2013: “Europa, al rescate de los jóvenes” ) contribuyen a reforzar la conveniencia de seguir disparando intelectivas balas de plata «libertófila» contra ese «libertófobo» enemigo «europeizante» y paralizante; contra ese formidable monstruo vampírico esclavizante. Esa autárquica «forma de vida»(1)[«XXIV»], como llamó en 1872 al Estado secuestrador de la «Cultura»(1) y el discernimiento, desde las mismas «escuelas»(1), un jovencísimo (apenas 27 años) Friedrich Nietzsche, cuyo espíritu ya mostraba, ardiente, una genuina, sensible y portentosa inteligencia. Era el segundo año de la «Kulturkampf» («lucha por la Cultura») en la protestante Alemania del autoritario Bismarck [«XV»], fundador del benevolente «socialismo de Estado» en el país donde acabó por anidar el envolvente nacional-socialismo estatista, primo hermano del inter-nacionalista comunismo (internacional-estatismo); totalitarismos que prefiguraron la horrenda concepción del actual aborto estatista «social-€-burocrático»; tanto en su vertiente nacional como en sus desafueros «€uropeístas».
El matriarcal patriarca y oligárquico impostor «Estado-Dinero social-€-burocrático» emite, incesantemente, nuevos «tentáculos o pseudópodos sociales» con que abrazar (neutralizar o «burocratizar») cada vez mayores capas de la manipulada población. Con su abrazo paralizante, una placentera sonrisa forzada deja escapar, entre sus dientes metálicos, su hediondo hálito que apesta a fiscal «€uro-Dinero»; ese sucio alimento para su Tesoro dinerario generador del Poder prebendario derivado de su «política social». Ese aliento narcótico, en forma de leyes, reglamentos y subsidios (que operan como «propágulos estatistas») es su mejor «psico-propaganda» auto-conservadora; sus excrementos, a su vez, fertilizan el suelo endeudado donde la Banca voraz (reina soberana que «invierte» en un Estado puesto del revés) siembra deuda para cosechar interés.
El actual «Estado-(de)-Partidos», una organización oligárquica político-financiera disfrazada de Democracia [«XXVII»], implantado en una Europa sin antecedentes democráticos, no puede ser otra cosa más que una síntesis adventicia de dominación totalitaria cosida con los peores retales de sus siniestros antecedentes. Su voracidad «socializante» es fiel reflejo del «Estado Total»(2) que definió Karl Schmitt en 1931, prefigurando el Estado nazi, como: “La sociedad hecha Estado se transforma en Estado económico, Estado cultural, Estado de protección, Estado de prosperidad y Estado de previsión: el Estado hecho auto-organización de la sociedad y que […] por su objeto, abarca todo lo social”(2a) [«XVII»]. Un régimen de “Capitalismo de Estado”(2) social-€-burocrático que absorbe cada año cifras próximas al 50% del P.I.B. nacional y requisa, como impuestos, el fruto dinerario de la mitad del tiempo de trabajo de la población europea sometida a sus «psiquistas» estructuras de dominación. Como bien escribe Dalmacio Negro (2010): “la política del Estado Socialdemócrata, basada en el dinero, aboca a una visión cuantitativa masificadora, puramente financiera”(2).
Fue en el hegeliano Estado nacional-socialista alemán donde cristalizó abiertamente esa (prefigurada en Hegel [«XIII»]) hibridación simbiótica entre capitalismo (“riqueza como bienestar universal en sí”(3), decía Hegel) y socialismo (como estatismo «social»; en Hegel: el “Poder del Estado como su esencia [de conciencias auto-afirmadas mediante aquella “riqueza”], que es, de una parte, ley estable y, de otra, el gobierno y el mandato que ordena los movimientos singulares del obrar universal”(3)). ¡El Estado es dios!(2a) proclamó Ferdinand Lasalle, cofundador de la socialdemocracia.
Con esa siniestra fórmula anti-política («estato-socialismo capitalista»), el régimen nazi reforzó y consolidó, en apenas tres años, la dominación del pueblo alemán. Así, nos dice Hannah Arendt (1950): “Para 1936, el régimen [nazi] se había ganado la simpatía de la abrumadora mayoría del pueblo: el desempleo se había liquidado, el nivel de vida de las clases más bajas estaba subiendo de manera constante, y se habían desecado las fuentes más vivas del resentimiento social””(4a). Esa acaparadora hibridación no pasó desapercibida a Hannah Arendt en su ímprobo esfuerzo por comprender el «Estado-Partido» totalitario nazi. Así, escribió Arendt (1951): “William Ebenstein(5a) es casi el único crítico que ha comprendido que «la inacabable discusión acerca de la naturaleza socialista o capitalista de la economía alemana bajo el régimen nazi es considerablemente artificial, [… porque] tiende a pasar por alto el hecho vital de que el capitalismo y el socialismo son categorías relacionadas con la economía occidental del Bienestar».”(5)
Contrastamos ahora todo lo anterior con esta frase del nacionalista social-€-burócrata «President» de la «Generalitat» en su discurso de fin de año: “No hay proyecto nacional sin proyecto social y no hay proyecto social sin proyecto nacional” (6). Una frase tóxica, «führibunda» [«XXVI»] e insultante, abiertamente nacional-socialista y aberrante, que, sin embargo, pasa apenas como inocente brisa progresista entre las narcotizadas Psiques de los sometidos ciudadanos españoles y catalanes. Una frase válida y también aplicable al «proyecto €uropeísta» social-€-burócrata de la anti-democrática Unión €uropea, cuya «unión bancaria y fiscal» anhela, fervoroso, uno de los eventuales socios de ese «club de oligarcas»: el actual Presidente del Gobierno de España.
Finalmente, como representante retroactivo de los jóvenes a quienes pretende inmovilizar el vampírico abrazo de los oligarcas partidócratas del «€uro-bienestar», citamos a Alexis de Tocqueville, quien, con sólo treinta y cinco años, concluyó uno de los textos más importantes de todos los tiempos para la comprensión de la Libertad Política. Se diría que los actuales «€uro-oligarcas» obedecen, en sentido inverso («libertófobo»), esta frase de Tocqueville (1840): “Que tengan presente los príncipes y otros jefes de las naciones democráticas que sólo la pasión y el hábito de la Libertad pueden luchar con ventaja contra el hábito y la pasión del bienestar. No creo que haya nada tan bien dispuesto para ser conquistado como un pueblo democrático que no posee instituciones libres”(7). Son los jóvenes espíritus «libertófilos» (españoles y catalanes) quienes deberían «tener presente», y bien presente, esa frase; y emplearla contra sus «€uro-complacientes guardianes».
(1) NIETZSCHE, Friedrich. “Sobre el porvenir de nuestras escuelas”. Tusquets Editores, S.A. 2009. [escrito 1872].
(2) NEGRO, Dalmacio. “Historia de las formas del Estado. Una introducción”. El Buey Mudo. 2010.
(2a) Citas recogidas por D. Dalmacio en esta obra.
(3) HEGEL, Georg Wilhelm Friedrich. “Fenomenología del Espíritu”. Fondo de cultura económica.1966. 20ª reimpresión: 2010. [Ed. original: 1807].
(4) ARENDT, Hannah. “Ensayos de comprensión. 1930-1954”. Caparrós Editores, S.L. 2005.
(4a) “Las técnicas de las ciencias sociales y el estudio de los campos de concentración.” [Ed. orig.: 1950].
(5) ARENDT, Hannah. “Los orígenes del Totalitarismo”. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. (2004) [Ed. orig.: 1951].
(5a) Cita Arendt la obra: EBENSTEIN, William. “The Nazi State” [“El Estado Nazi”]. New York. 1943.
(6) LA VANGUARDIA.com. Discurso fin de año Artur Mas.