ILLY NES.
El Partido Popular debería ser realmente un partido de centro reformista, pero hemos pasado de ser una dictadura católica franquista a ser una seudodemocracia católica aznarista. Pues ni quiero una seudodemocracia ni la quiero católica, ni la quiero aznarista. Quiero que sea la voluntad de todos y cada uno de los miembros que integramos el Partido Popular y los que hemos votado al Partido Popular. Aspiro a un programa político donde todos participemos en su redacción. Y a mí lo mismo me da que el que discrimine se llame Zaplana o que sea Pepe Pérez, que está en el último pueblo de las Alpujarras. Para mí todos son iguales.
Paco Umbral escribió un artículo sobre los homosexuales. Empezaba metiéndose con el Papa Karol Wojtyla y concluyó haciendo una apología de la homosexualidad con su pluma viperina realmente exquisita. El día que le dieron el Cervantes me alegré. Lo llamo Paco Umbral cariñosamente y aunque no tuve el placer de conocerle, me hubiera encantado. Me pareció siempre una persona contradictoria pero inteligente. En algunas cosas estoy de acuerdo con él, en otras evidentemente no, si estuviese de acuerdo en todo sería muy aburrido.
Conseguimos el periódico en el que había publicado ese artículo, su columna en El Mundo. Y una vez obtenido ese periódico, lo llevamos a enmarcar a una cristalería vasca, por aquello de que fuera “Made in País Vasco”. Compramos el libro de Luis Cernuda “Los placeres prohibidos”, junto con un ramo de rosas rojas porque era el día de Sant Jordi, un 23 de abril. Y con dos bemoles nos fuimos a la Moncloa a llevarle el libro, el ramo de rosas y el marco a José María Aznar.
Resulta una manera muy sutil de decir… léete el artículo del premio Cervantes, te regalo el libro de alguien que ha tenido que morir en el exilio y que era una persona que amaba España igual que el tío de Esperanza Aguirre, Jaime Gil de Biedma. Por último fuimos a comprar el marco a una cristalería vasca para que veas que no discriminamos a los vascos. Todo lo contrario, los sentimos españoles. Y como es una costumbre catalana regalar una rosa el día de Sant Jordi, pues le obsequiamos con un ramo de rosas. Aznar se lo tomó bien, la verdad es que con él esa vez no tuve ningún problema. Todo lo contrario*.
* Los altibajos de la relación entre Aznar y Biendicho también se recogen en Mellado, Miguel Ángel: El Mundo, 1-7-01: “Siete preguntas”: “Hubiera bastado con que, en un receso, Carlos Alberto Biendicho, presidente de la plataforma gay del PP, declarara lo mismo que dijo en Lacorrientealternativa.com: “En mi partido hay entre 15 y 20 diputados homosexuales y dos ministros”. Simplemente con esta insinuación, sin decir nombres, se habría disparado el interés sobre el Estado de la Nación, una nación, a decir de lo anterior, cada día más gay. “No existimos para Aznar. En 12 años de presidente del partido y seis de Gobierno no ha pronunciado en público la palabra homosexual”, afirma el señor Biendicho”. Sin embargo, en una entrevista con el semanario El Siglo celebrada siete meses después, elogia un gesto del entonces presidente del Gobierno: “ILGA está haciendo un estudio sobre la vulneración de derechos humanos de las minorías sexuales en Latinoamérica financiado por la UE. Para este informe, que requiere cinco años de trabajo, se había liberado parte de esos fondos, pero no podíamos acceder al 60% para poder acabarlo. Le mandé a Aznar el informe para ver si él podía interesarse por el tema. En 24 horas los fondos fueron liberados. Me dijeron en Bruselas que había llegado una instrucción de la presidencia de la UE para hacerlo”.
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