El rey Juan Carlos recibió a finales de 2011 como regalo de una monarquía árabe un total de cuatro automóviles marca Ferrari cuyo precio supera el millón de euros, según pudo saber Radio Libertad Constituyente en fuentes cercanas al caso. La dádiva procedía de Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde se había inaugurado un año antes el parque temático Mundo Ferrari, el más grande del planeta. El parque se encuentra emplazado en medio del circuito Yas Marina convirtiéndose así en paso obligado para todos aquellos que asisten al Gran Prix de Dubai.

 

Los coches llegaron en un avión de carga y los retiró la Dirección General del Patrimonio del Estado. La Casa Real española se negó a pagar los impuestos de esta donación, que ascendían a casi un cuarto de millón de euros, por lo que al final tuvo que sufragar la carga tributaria el propio donante.

 

Los cuatro Ferraris forman parte del impresionante parque móvil del rey, que antes de este regalo ascendía a 69 coches, tras la venta del Maserati Quatroportte a Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE y propietario de los Grupos Arturo y Cantoblanco, concesionarios de las distintas cafeterías del Congreso, la Moncloa o la Asamblea de Madrid y de una cadena de restaurantes que lo ha hecho multimillonario, pues posee 4000 cocineros y camareros a su servicio. Fernández es amigo íntimo del rey y su amistad familiar se remonta a su abuelo, que ya era arcabucero real de Alfonso XIII.

 

Según la revista noticias.coches.com, Fernández tuvo que desembolsar otros 40.000 euros para homologar el automóvil, procedente del mercado asiático, a las especificaciones europeas. Fernández modificó los sistemas de navegación, seguridad, emisiones, frenos y dirección del vehículo para adaptarlos a los requerimientos de la UE, según explicó el propio empresario a varias personas de su entorno. Esa circunstancia contradice la afirmación de Fernández de que el Rey compró el coche a Maserati.

 

Del cuidado y mantenimiento de los 73 vehículos que integran el parque móvil de la Casa Real, entre ellos los 4 flamantes ferraris, se encargan más de 65 funcionarios que trabajan en Zarzuela. Entre ellos figura un Maybach 57S, regalo del presidente de Daimler-Chrysler, Dieter Zetsche, y dos Nissan 350Z deportivos biplaza de 280 caballos valorados en más de 40.000 euros cada uno. También un Mercedes deportivo SL55 AMG valorado en 150.000 euros, varios todoterreno o el Smart que el Rey regaló a Doña Sofía. Una de las últimas máquinas que utiliza para desplazarse es el Audi más potente de la historia, un RS6 berlina, que desarrolla 580 CV.

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