En vísperas de la convocatoria de la Generalitat catalana para votar las listas de partido autonómicas, Don Antonio García-Trevijano ha concedido una entrevista al programa “Repúblicos en acción” (REAC), dirigido por Paco Bono, en el que se manifiesta bastante animado y recuperado de su reciente operación así como da su criterio y expresa su sentimiento frente a la situación en torno al nacionalismo catalán. Reproducimos la mayor parte de la entrevista, transcrita, para nuestros lectores y animamos a los repúblicos a seguir el programa REAC en el que encontrarán más entrevistas, análisis y material crítico para los españoles interesados en la libertad política.
¿Cómo se encuentra?
Me dirijo a través de Repúblicos en Acción a todos los que te puedan escuchar en tu emisión para informaros de mi estado y mi progreso en la rehabilitación física y fisiológica de mi enfermedad. Estoy muy bien, lo digo de antemano. He recuperado las ganas de comer y de beber… ¡agua! O cerveza, claro [risas] Tengo muchas ganas de comer y de beber y lo hago muy bien. Me encuentro con mucha energía, mucha fuerza. Desde luego mejor que antes de la operación y lo único que todavía noto es una cierta debilidad en la voz. Pero como he notado un progreso pues estoy mejor que hace un mes, espero que también lo superaré y alcanzaré pronto la normalización de todas mis funciones. Me extiendo un poco en todos estos detalles porque no se trata de una fórmula de cortesía como respuesta a la pregunta de un amigo. Sé que estáis preocupados de verdad los centenares y miles de personas que tienen interés en que me recupere la salud. A ellos les digo que la recuperación va muy bien pero es que además voy adelantado. Ya estoy doce horas del día en el jardín, en casa, en una silla de ruedas, me muevo bien. He empezado los ejercicios y el fisioterapeuta que me atiende dice que está asombrado porque estoy actuando y reaccionando como si tuviera no más de sesenta años. Y la verdad es que yo noto que es cierto. Con esto espero dar una alegría y satisfacción a todos los que desean que no me pase nada malo.
Todos los medios de comunicación están dando una importancia trascendental a las elecciones en la comunidad autónoma catalana, como si nos estuviéramos jugando la unidad de España. ¿Qué le diría a todos aquellos que dicen que hay que votar para que no ganen los independentistas, que hay que votar a los no independentistas?
Es absurdo porque el derecho de autodeterminación que la Generalitat ha calificado con el eufemismo de “derecho a decidir” o “derecho de decidir” es una falacia, es mentira. Lo peor no es que los nacionalistas catalanes crean que tienen derecho a decidir la autodeterminación de Cataluña. Lo peor es que todo el resto de la prensa, televisión, radio, la universidad, los notables, las clases dirigentes, las élites, no hay nadie fuera de Cataluña que no sostenga que eso es verdad. Todos creen que el derecho a decidir existe de verdad en Cataluña para que los catalanes decidan si quieren o no seguir en España. Eso es mentira y voy a explicar […] de dónde viene eso del “derecho a decidir” para que se enteren de una vez los que quieran o al menos vosotros los repúblicos sepáis responder a tanta ignorancia.
El “derecho a decidir” comenzó en Roma con el derecho romano clásico por una disputa que se planteó entre dos tutores que tenían la tutela sobre un pupilo y los dos pretendían tener en exclusiva el cuidado sobre dicho pupilo, un menor de edad. Los tribunales sentenciaron que como el asunto incumbía a los dos, los mismos dos tenían el “derecho de decidir”. Por primera vez vemos a esos dos tutores, que se someten a un pleito ante el tribunal, dilucidando quién tiene el “derecho a decidir”. La sentencia de dicho tribunal concluía: lo que a los dos incumbe, deben decidirlo los dos. Luego, 300 o 400 años más tarde, Justiniano en el derecho del Corpus Iuris Civilis, al recopilar todo el derecho clásico así como todas las interpretaciones del derecho posterior, da carácter general a esa sentencia diciendo que “lo que a todos incumbe, todos tienen derecho a decidir”. Desde luego que sí y por esto han considerado algunos que la democracia, como incumbe a todos, todos tienen derecho a decidir. Y es verdad. ¿Dónde viene la confusión?
Una cosa es que en la democracia todos tienen derecho a decidir las cuestiones que la democracia somete a la voluntad de un colectivo que es el pueblo gobernado. Si es bajo un gobierno democrático, el derecho a decidir puede someter a la opinión en las urnas de todos aquellos a quienes incumbe ese derecho a decidir. Pero lo que decide la democracia jamás es la existencia o inexistencia de naciones independientes. No existe un solo ejemplo en el mundo ni en la Historia desde que se conoce la existencia de las naciones de las que ya hablaba Vico, es decir, desde el Renacimiento no hay un solo caso en el que el derecho a decidir haya creado una nación independiente. Es mentira, falso. Por tanto, si ahora los separatistas catalanes creen que en unas elecciones autonómicas van a aprovechar ese disparate votando exclusivamente sobre cuestiones autonómicas y con ello van a decidir, no ya cuestiones de su comunidad autonómica, sino nada menos que la separación de Cataluña respecto del resto de España, dígame alguien qué tiene que ver eso con el derecho a decidir: nada. Por tanto esto es falso y, como es falso, ni me molesto siquiera en escribir artículos. Ya es demasiado ridículo el que se hace para decir que eso es mentira. Porque la mentira no está en los separatistas catalanes, no está en la Generalitat, no está en Artur Mas. La mentira es la de España entera, la universidad, los medios de comunicación, el tribunal constitucional, el tribunal supremo, el gobierno, la administración pública… todo el Estado español entero. La sociedad civil española entera, equivocados. Todos. No existe ningún derecho a decidir una cuestión como la creación de las naciones porque eso es un hecho que lo crea la Historia y no es un hecho voluntario. No se crea por voluntad de nadie. Ninguna generación española fuera de Cataluña ha sido consultada nunca si quería o no quería ser española. Ni a nuestros padres ni a nuestros abuelos ni bisabuelos ni tatarabuelos, a nadie. ¿Por qué va a haber ahora en Cataluña una pobre e ignorante generación de catalanistas que sí tiene derecho a decidir cuál es la nación a la que quiere pertenecer? ¿Elegir su nacionalidad? ¿Elegir la nación a la que pertenecen? ¡Pero si eso es un disparate metafísico! Eso no pertenece a la democracia y, además, la filosofía y especialmente la lógica ha aclarado el tema diciendo que en las cuestiones referentes a la decisión primero hay que distinguir aquellas cuestiones que son decidibles, es decir, sujetas a la voluntad de organismos autónomos o automáticos que pueden decidir si se le plantean todos los datos reuniendo la voluntad de muchos en un resultado. Por tanto hay que distinguir entre las cuestiones decidibles por la voluntad humana y las cuestiones indecidibles y la creación de naciones es una cuestión indecidible. Una región no se independiza de una nación y se autodenomina como nación porque lo decide una parte de una generación, unos iluminados nacionalistas y totalitarios. Y empleo las palabras con un rigor que nadie pueda contestar. Son totalitarios al igual que Hitler. ¿Por qué? Partiendo de que no pienso igual que Hannah Arendt que creía que totalitarios era solamente (los regímenes de) Stalin y Hitler no siéndolo Mussolini. Hitler lo fue porque legisló el derecho de familia, el derecho de sangre, pues eso no pertenece al Estado sino a la sociedad civil ¿Y qué han hecho los catalanes separatistas? Pues constituirse una “asamblea de la sociedad civil”. Desde ese momento ya no es sociedad civil porque esta última no es voluntaria tampoco, no puede constituir una asamblea. La sociedad civil somos todos los que no estamos dentro de una sociedad política, que son los partidos, ni dentro de una sociedad militar, que es el ejército, ni en una sociedad eclesiástica, que son los curas. Pero si a los productores, los profesionales libres, todos los que estamos trabajando en la sociedad civil, nos organizan una asamblea política (con la idea de) que nos represente, entonces deja de ser sociedad civil y se convierte en sociedad política. Ese es el totalitarismo. Totalitario es aquél estado que no solamente regula las cuestiones políticas sino también las civiles. Y qué mayor totalitarismo que la renuncia de la sociedad civil a ser lo que es para convertirse en sociedad política y encima separatista. Es el colmo. No recomiendo a nadie que vaya a votar porque lo verdaderamente decente es que no fuera a votar nadie. Dejad que se consuman solos en su salsa los separatistas. Que hagan la declaración de independencia que les dé la gana. Todo eso es ridículo y retórica, no pueden vivir fuera del resto de España. ¡Dejadlos en ridículo! ¡Que no vaya nadie a votar! Eso es lo que yo pediría en lugar de ir a votar ¿a qué? ¿A compensar con un voto español un voto separatista? Pero si eso es ridículo. Eso no pertenece a la democracia y da vergüenza decirlo. Aquí termino la contestación a tu pregunta.
¿Y no existe una remota posibilidad de que se produzca esta independencia, aunque ganen?
Ninguna, es que da igual. Aunque hicieran declaraciones de independencia en el balcón, aunque dijeran “ya está, ya somos independientes” sería mentira. Porque la independencia es una cosa material además de formal. Ellos podrán hacer las formalidades que quieran pero ni son Cataluña entera ni tienen realización material. Por tanto es una chulería que no vale para nada. Fuegos en aire, artificios. Yo no tomo parte en ningún artificio ni siquiera para combatirlo. Esto es un artificio y el que no lo quiera ver, allá él. El gobierno hace el ridículo porque no sabe ni siquiera apagar esos fuegos fatuos. Es un cementerio España. Por eso en Cataluña, que es España también, y todo lo que aparece allí son fuegos fatuos. Es la mayor humillación que ha sufrido el pueblo español en toda su Historia desde su nacimiento. Mucho más que la pérdida de las colonias, mucho más que la batalla de Rocroi y la pérdida de las provincias flamencas. Esas fueron pérdidas militares, la Historia está a favor de esos desenlaces y ha habido guerras que justifican que España haya quedado reducida a las islas y península en la que estamos junto con Portugal, eso es normal. Pero lo que es anormal es que los españoles se crean ahora una generación distinta de todas las anteriores desde el comienzo de España en las que nadie ha podido hacer lo que ahora un puñado de locos ambiciosos y corrompidos –no corruptos– y corruptores políticos separatistas catalanes quieren imponer no sólo al resto de Cataluña, siendo una minoría, sino al resto de España. Porque Cataluña y España es imposible separar nada: ni nacionalidad, ni economía, ni cultura, nada.
Quisiera no ser Paco Bono, un humilde repúblico que hace lo que puede por la libertad a través de un podcast que pertenece al canal de Radio Libertad Constituyente que usted ha fundado y que es el único que defiende la libertad política en España, quisiera ser un presentador de Radio Nacional de España o de Onda Cero para darle a usted la voz.
Quiero que sepas que me he negado a solicitudes para que haga ahora, antes de las elecciones, declaraciones sobre este tema. Incluso el artículo que habitualmente escribo con Roberto Centeno en El Confidencial he dicho que no lo escribo. Es vergonzoso. Pero los repúblicos tienen que saber cuál es mi pensamiento: no hay que hacer nada, ni votar ni asistir. Reírse, tomarles el pelo. Los nacionalistas no se van a separar de España porque no tienen ni materia ni voluntad ni energía ni valentía. En cambio, hay algo importante que decir. Todo esto avanza tanto por la cobardía de todos los exfranquistas. Por lo que Rajoy no actúa contra un delito de sedición clamoroso que está cometiendo todos los días la Generalitat y la Asamblea de Cataluña, es porque el presidente del gobierno sabe perfectamente que no hay tribunal que admita una querella contra Arturo Mas. No hay fiscales en Madrid que presenten una querella por sedición. Claro, por eso han preparado esa reforma en el constitucional para presentar querellas por desobediencia cuya pena es de una multa y unos meses de inhabilitación. Eso sí están dispuestos a hacerlo y añadir, con ello, más ridículo todavía. Pero, ¿por qué no presentan claramente la querella por sedición y piden inmediatamente medidas cautelares para asegurar que ese delito no va a seguir adelante? ¿Porque están acobardados? No. Porque creen que todo lo que sea defender la unidad de España es franquismo. Y, con ese pensamiento, a los catalanes separatistas que quieren separarse de España hay que respetarlos porque si nos enfrentamos a ellos con la ley en la mano eso significaría, para los valores dominantes hoy en España, echar leña al fuego. Esa es la cobardía en la que yo no participo.
Programa de “Repúblicos en acción”.
Entrevista a Antonio García-Trevijano desde el minuto 8